La emisión de eventos deportivos en directo es algo que mueve mucho dinero; más aún si estamos hablando de fútbol en Europa. Y el alto precio de acceder a dichas emisiones no hace sino favorecer la 'inventiva', con el consiguiente auge de las
IPTV.
En este contexto, varios países europeos han endurecido ya sus medidas contra estas emisiones no autorizadas (que nos lo digan a los que intentamos usar Internet en España los fines de semana), pero la nueva legislación en Grecia ha ido un paso más allá, convirtiendo a los clientes en el nuevo objetivo de las sanciones.
Tradicionalmente, la lucha de los titulares de los derechos del fútbol se ha centrado en bloquear los servidores que distribuyen contenido no autorizado y en rastrear a quienes se lucran con él. Sin embargo, Grecia ha implementado una normativa que sanciona directamente a quienes consuman estos servicios, estableciendo multas que oscilan entre 750 y 5,000 euros.
Este cambio de estrategia busca crear un efecto disuasorio más potente y reducir el consumo de soluciones
IPTV. Las sanciones varían según el tipo de infracción:
- Uso personal de IPTV pirata: 750 euros de multa, que asciende a 1,500 euros en caso de reincidencia.
- Reproducción en establecimientos públicos, como bares: 1,500 euros de sanción, aumentando a 3,000 euros si se repite la infracción.