Nuestros músculos, en términos generales, tienen dos tipos de fibras: lentas y rápidas. Se llaman así por la velocidad máxima de acortamiento que tiene cada una aunque las cualidades que las diferencian van más allá e incluyen aspectos fisiológicos y metabólicos.
A las fibras lentas también se las conoce como de tipo I y a las rápidas como de tipo II. Sin profundizar demasiado las fibras lentas trabajan en esfuerzos de baja intensidad y larga duración, en cambio las fibras rápidas lo hacen en esfuerzos de alta intensidad y baja duración. El tipo de entrenamiento o deporte que hagamos puede provocar la conversión de ciertos tipos de fibras rápidas a otro modificando así la proporción original existente en el músculo.
Dicho esto, en este artículo vamos a explicar si, en función de la proporción de fibras de cada grupo
muscular, debemos entrenar para ganar
masa muscular de una manera u otra o con más o con menos repeticiones.
¿Debemos trabajar con diferentes rangos de repeticiones en función del tipo de fibra
muscular predominante en cada músculo?
Tal y como comentábamos el tipo de entrenamiento que hagamos puede llegar a provocar conversiones de las fibras tipo IIX a las tipo IIA, es decir, de las muy rápidas a las rápidas.
Sabemos también que hay músculos que pueden tener una diferente proporción de fibras musculares, es decir, que pueden tener una mayor cantidad de fibras lentas que de rápidas o viceversa.