Desde que instalé iOS 18 en mi
iPhone, he tenido la oportunidad de explorar sus novedades y mejoras. Aunque hay muchas actualizaciones interesantes, tres cualidades son las que más he disfrutado por encima del resto. Y es que más allá de
Apple Intelligence, si hay una palabra que define a iOS 18 es personalización.
Algo que hice nada más instalar iOS 18 fue explorar las opciones de personalización de la pantalla de inicio. Probé a cambiar los colores y el tamaño, pero me quedé con la versión "oficial" de Apple. Por otro lado, mi pantalla de inicio está dividida en dos. El principal con un widget alargado en la parte superior y llena de aplicaciones. La segunda pantalla tiene más widgets y cuatro aplicaciones.
Hasta iOS 17 los iconos seguían un orden de arriba abajo y de izquierda a derecha. Ahora con iOS 18 puedes organizarlos donde quieras y dejar espacios libres. Por ejemplo, crear una columna de widgets a la izquierda y a la derecha iconos de Apps. Sí, esto ya existía en otros sistemas, pero eso no quita que me alegre que haya llegado al
iPhone.
El centro de control actual con iOS 18 ha sido rediseñado en buena parte. No tanto en estética, sino en funcionalidad. Ahora es todo lo modular que quieras que sea, y dispone de pestañas que te liberarán la página principal. Así, he aumentado el tamaño de la música y he añadido nuevos controles que antes no existían. Porque sí, hay muchas más opciones para añadir al centro de control.