El sindicato que agrupa a la mayoría de los trabajadores de tecnología del
New York Times, no los periodistas que cubren la información sino los que se encargan de que los sistemas, es decir, más de seiscientos ingenieros de software, analistas de datos y diseñadores que trabajan para la empresa de medios, ha declarado una huelga y ha emitido un comunicado en el que piden, entre otras cosas, un incremento salarial del 2,5% y un acuerdo para trabajar en la oficina dos días a la semana.
Hasta aquí, todo dentro de la relativa normalidad de las relaciones laborales: demandas de los trabajadores no atendidas y medidas de presión que se hacen coincidir con el día de las elecciones en los Estados Unidos, una jornada especialmente intensa en todo lo informativo y que suele precisar de una colaboración amplia de esos trabajadores.
Pero he aquí que de repente, un actor no invitado, Aravind Srinivas, CEO de Perplexity, aparece en X y se descuelga ofreciendo a A. G. Sulzberger, que le envíe un mensaje directo para hablar de las posibilidades de que Perplexity ayude a garantizar que la cobertura esencial del periódico esté accesible para todos sus lectores durante la jornada electoral, con una mensaje redactado de tal manera que ha hecho que muchos lo interpreten como una oferta para reemplazar a los trabajadores en huelga, es decir, actuar como lo que tradicionalmente se conoce como un
esquirol.