Tener que congelar las ventas del
Apple Watch Ultra 2 y el
Apple Watch Series 9 en plena campaña navideña tuvo que ser un enorme varapalo económico para Apple. Además, tenía en contra a
Joe Biden, anterior
Presidente de Estados Unidos. Pero, ¿por qué sucedió esto, qué llevó a que Apple se viera obligado a detener su producción y fuera acusado de robo de patentes por una empresa llamada Masimo? Vamos a intentar resumirlo, porque da para un libro.
Y comencemos por un dato y una fecha clave. En el verano de 2013, Apple hizo un movimiento curioso: contrató a Michael O'Reilly, director médico en la corporación
Masimo. El fichaje trascendió en 2014. ¿Qué hacía un "doctor" especializado en tecnología médica mudándose a Cupertino? Apple se preparaba para construir su nuevo dispositivo, el primer Apple Watch. Tras varios retrasos, el primer Apple Watch llegaría en la primavera de 2015.
Masimo Corporation es uno de los pesos pesados en monitoreo no invasivo. El
Masimo SET monitoriza "aproximadamente a unos 200 millones de pacientes en entornos de atención médica en todo el mundo, y es el más importante tecnología de oximetría de pulso en 17 de los 20 hospitales principales que figuran en la Lista de Honor de mejores hospitales de EEUU". Una institución en su país, sin duda.
Masimo cotiza en bolsa y da empleo a unas 6,000 personas en todo el mundo. Un gigante valorado en 3 billones de dólares.