Con sus más y sus menos, con una presentación absolutamente desastroso y con una puesta en escena descomunal,
Cyberpunk 2077 es un referente en el género de ciencia ficción. Night
City brilla con luz propia y nos permite sumergirnos en ella hasta el fondo, lista para que descubramos todas las sorpresas que nos tiene reservadas
CD Projekt RED. Para acudir de una punta de la ciudad a la otra, el método más tradicional de desplazamiento consiste en agarrar el volante o la moto.
Son geniales los vehículos que existen en el proyecto polaco y cualquiera pagaría una fortuna por contar con semejantes carrocerías en su garaje, las cuales circulan... sobre la superficie. No es necesario que los coches vuelen, pero Blade Runner ha creado semejante necesidad en la audiencia de poder conducir un coche volador, que es imposible no pensar en surcar los cielos entre los imponentes rascacielos.
Demonios, si hasta Marty McFly y Doc Emmett Brown contaban con un DeLorean que flotaba; ¿cómo es posible que V no disponga de la misma fantasía? Nunca ha existido una respuesta por parte del estudio y nos ha dejado a todos con la miel en los labios, pues existen secuencias en las que sí montamos en los coches voladores, pero se tratan de diálogos donde solo podemos disfrutar de las increíbles vistas.
Ni siquiera Phantom Liberty solucionó el desaguisado, por lo que nos quedaremos durante toda la eternidad observando el tráfico aéreo cerca de Arasaka... o no.