Hay momentos en la vida en los que el tiempo parece detenerse. Accidentes, enfermedades... eventos que nos recuerdan lo frágiles que podemos llegar a ser. Este es el caso de
Daniel Vallaire, un hombre de 70 años que, el verano pasado, vivió una de las experiencias más aterradoras de su vida. Una que, de no haber contado con un aliado inesperado, habría tenido un desenlace fatal.
Era un día normal para él. Ya jubilado y en su casa, Daniel pensaba que esa mañana iba a ser como cualquier otra. Sin embargo, sin ningún aviso ni síntoma previo, se desplomó en el baño debido a un derrame cerebral causado por una infección en dos de sus válvulas cardíacas. Lo que siguió fueron 48 horas de auténtica desesperación: tumbado en el suelo, sin poder moverse, sin comida ni agua, y cayendo en lapsos de inconsciencia. Un escenario que ninguno de nosotros desearía vivir.
"Cuando intentaba moverme, solo podía progresar centímetro a centímetro. La superficie era resbaladiza y cada intento me agotaba más", relató más tarde. Su cumpleaños número 70 estaba a días de llegar, y todo parecía indicar que no lo celebraría.
Después de dos días de lucha constante, Daniel logró arrastrarse desde el baño hasta el salón de su casa. Y fue allí donde encontró lo que sería su salvavidas: no un amigo ni un vecino. Fue Siri, el asistente virtual de Apple, quien se convirtió en su salvación.