De un tiempo a esta parte es más fácil saber qué pensaban los empleados de Apple de su antigua empresa. Aunque Apple es famosa por su secretismo y velar por una forma de trabajar más privada, hoy día es fácil localizar decenas de testimonios de extrabajadores. Y, más específicamente, es fácil localizar declaraciones de empleados que hablan muy bien de
Steve Jobs. Aunque eso implique acabar despedida. Que se lo digan a Justin Santamaría, quien trabajó en Apple como ingeniero jefe durante toda una década, de 2003 a 2013.
Justin formó parte de los equipos clave que crearon FaceTime, iMessage y CarPlay. Y recuerda que las lecciones que sacó de Apple en general y
Steve Jobs en particular le han servido para el resto de su vida y su carrera personal.
Jobs era una fuerza motriz, un líder impetuoso que buscaba adelantarse a sus rivales a toda costa. Hasta ir "cinco años por delante del resto", como llegó a sentenciar en el lanzamiento del iPhone. El coste de todo esto era trabajar con antelación y exigir a los equipos un compromiso personal y una implicación impropia de otras empresas.
Pero es que
Jobs tenía muy claro que la única forma de conseguir la perfección es por medio de la iteración. Es decir, repetir y repetir y pulir hasta dar con la versión correcta de lo que estás buscando. Tal y como señala Justin Santamaría, "el dominio exige iteración".