Spotify ha conseguido que 2024 se haya convertido en el primer año que cierra con beneficios desde la fundación de la plataforma en 2006. 477 millones de euros en ganancias operativas y un margen bruto récord del 32,2%. Esto ha sido posible no solo por los cambios en su política de regalías, sino también por su diversificación en nuevos formatos de contenido.
Y lo ha logrado dejando de ser una mera plataforma de música: su ecosistema ahora incluye 6,5 millones de pódcasts, 330,000 videopódcasts y 350,000 audiolibros. Más de 270 millones de usuarios consumen contenido en video dentro de la plataforma, reduciendo la dependencia de la empresa en el pago de regalías musicales.
Además, los cambios en su estrategia de monetización han resultado clave para su rentabilidad... pero también llevan meses generando polémicas, y no parece que vayan a extinguirse a corto plazo.
Aunque para valorar dicha estrategia, hay que tener en cuenta que se compone de tres modelos completamente distintos, según el tipo de contenido...
En el campo de la música, Spotify opera bajo una combinación de suscripción y publicidad. Los clientes pueden optar por una suscripción mensual que les permite acceder a un servicio sin anuncios y con mayor calidad de audio. De estos ingresos, Spotify distribuye un porcentaje a los titulares de derecho.