Hace cinco años ahora millones de personas estaban empezando a probar "las mieles" del
teletrabajo. Millones de personas iban a sustituir el tráfico diario, los apretones en transporte público por levantarse, hacerse un café y con el mismo pijama, sentarse delante de su ordenador.
La pandemia comenzaba a preocupar y estaba a punto de confinarnos. No podemos idealizar el momento porque además cientos de miles de personas perdían la vida y había mucha incertidumbre con esa alerta sanitaria de origen desconocido, pero lo que sí sabemos es que mucha gente probó una nueva forma de llevar a cabo sus tareas fuera de las oficinas. Y que a muchas personas les encantó.
Me gusta mucho teletrabajar y estas son las siete cosas que odiaría si tuviera que volver a una oficina
Un estudio de la Universidad del Sur de Australia habla de cómo el
teletrabajo ha influido en la calidad de vida de las personas. Justo este estudio había arrancado antes. Cuando comenzó la pandemia, este equipo de investigadores se encontraba en la mitad de un estudio de un año de duración que examinaba el estilo de vida y el bienestar de adultos australianos. Y pudieron observar los cambios desde el comienzo.
Sus primeras conclusiones de los primeros días de encierro revelaron que las personas que trabajaban desde
casa dormían casi media hora más y bebían algo más de alcohol.