¿Alguna vez te has preguntado dónde se procesan todas preguntas que le haces a ChatGPT? Si no estás demasiado inmerso en el mundillo de la inteligencia artificial, la respuesta podría sorprenderte: todo ocurre en servidores que son propiedad de
Microsoft. Esta infraestructura, está impulsada principalmente por el más moderno hardware de
NVIDIA, pero tenemos razones para creer que las cosas cambiarán en el futuro.
Las dependencias excesivas no son recomendables. En el sector empresarial, predisponen escenarios de vulnerabilidad, innovación limitada y pérdida de control. Uno de los ejemplos más claros que podemos localizar de esto en la industria tecnológica es la pasada dependencia de Apple a los procesadores Intel, algo que los de Cupertino abordaron desde el chip M1 en adelante.
Salvando las diferencias, parte del presente (y del futuro) de
Microsoft está atado a los productos de
NVIDIA. Y, no nos engañemos, esto le ha traído muchos beneficios. La compañía dirigida por Satya Nadella comenzó a construir su relación con OpenAI en un lejano 2016 ofreciendo uno de sus tesoros más valiosos, que no era otra cosa que su servicio de computación
Microsoft Azure.
En aquel entonces, el servicio se sostenía principalmente por una enorme cantidad de GPU
NVIDIA Tesla K80 con arquitectura Kepler, aunque ya se hablaba de hacer una gran renovación hacia las próximas GPU del fabricante basadas en su nueva arquitectura Pascal.