En 2022
Deoleo, la mayor comercializadora de aceite de oliva del mundo, ganó 5,5 millones de euros de beneficios. En 2023, perdió 34.
Es la mejor metáfora del terremoto que ha vivido la industria del aceite de oliva en los últimos años. Sobre todo, porque no hablamos de una almazara perdida en
Sierra Morena, hablamos de la embotelladora de marcas como
Hojiblanca,
Carbonell o
Koipe.
Las dos velocidades del precio del aceite de oliva: se está abaratando mucho más en origen que en el supermercado
Un año de transición. Durante 2023, una cosecha corta y el aumento de los costes (derivados de la situación en Ucrania, del escenario inflacionistas y los  altos tipos de interés) provocaron un problema muy serio en el aceite. Eso lo sabemos bien.
El problema es que, aunque ellos mismos reconocían que habían trasladado "parcial[mente] a los clientes el incremento de los precios experimentos en toda la cadena", no había sido suficiente. Y eso que
Deoleo era (al menos, sobre el papel) una de las comercializadoras que más márgenes tenían por el posicionamiento 'premium' de sus marcas.
2024 era, pues, el año de transición. Lo que pasa es que la ransición ha sido más rápida de lo que nadie se esperaba.
De hecho, no tenía claro qué iba a pasar. Y, apostaban porque los precios iban a mantenerse arriba.