La falta de ejercicio físico unida al envejecimiento son la tormenta perfecta para aumentar el riesgo de caídas en adultos mayores, además de muchos otros inconvenientes en la salud. El objetivo de los entrenadores y de los sistemas sanitarios ha de ser localizar la forma de lograr muchos resultados con muy poco tiempo de sesión. Una máquina cardiovascular como una
bicicleta estática puede ser utilizada por todo el mundo que no tenga problemas físicos o de movilidad para ello. Utilizarla un rato varias veces por semana además es un objetivo alcanzable. Una investigación científica evaluó cómo afectaba hacer uso de una
bicicleta estática durante 20 minutos, tres veces por semana, al riesgo de caídas en adultos mayores.
Una caída es uno de los incidentes más frecuentes que sufren las personas mayores  y puede tener graves consecuencias. Aproximadamente el 30% de las personas mayores de 65 años sufren al menos una caída al año, y el 15% de las personas sufren una caída dos o más veces al año, según un estudio.
Las caídas se producen como resultado de varios factores, entre ellos, disminución de la visión, deterioro de las funciones somatosensoriales, debilitamiento de las extremidades inferiores y disminución del movimiento. La mayoría de las caídas que sufren las personas mayores se producen mientras caminan, en particular cuando caminan mientras realizan otro ejercicio o una tarea cognitiva.