No exagero si digo que el capítulo siete de la segunda temporada de Separación podría ser uno de los episodios más impresionantes en la historia de las series de televisión. Si pensabas que Separación ya había alcanzado la cima, este episodio demuestra que aún hay más alturas por conquistar. Lo he visto dos veces y la técnica, dirección, planos, iluminación... es todo tan alucinante como el propio guion del capítulo. Reconozco que estudié producción de proyectos audiovisuales.