Tiene todo el sentido del mundo que discutamos y reflexionemos sin descanso acerca de en qué punto las series se estropean, cómo las series no son eternas y qué métodos podemos localizar para anticiparnos al tragico momento en el que nuestra serie favorita deja de ser lo que era. Al fin y al cabo, invertimos muchísimo tiempo en ellas: son horas y horas de nuestro tiempo libre, y cuando dejan de gustarnos, seguimos buscando su compañía con la esperanza de que vuelvan a hacerlo.