La 'brosciencie', esa ciencia que pulula por los gimnasios de persona a persona, se ha repetido que tomar un batido de proteína justo a continuación de entrenar era clave para ganar masa muscular. Sin embargo, la evidencia científica desmonta ese mito y demuestra que el momento exacto en el que tomas la proteína no es tan destacado como creíamos. Lo que realmente marca la diferencia es lograr la cantidad diaria adecuada, sin necesidad de correr al vestuario tras la última repetición.