La adopción del coche eléctrico en China está muy lejos de lo que llevamos tiempo viendo en Europa. En concreto, con una cuota de mercado del 20% frente a apenas un 6% en la UE, pese a los esfuerzos de los fabricantes por electrificar sus flotas.
Esta lleva creciendo de forma disparada desde hace años, gracias a políticas de subsidio directo, exenciones fiscales y, sobre todo, una colosal inversión en infraestructura.