Ya hemos analizado cómo la gentrificación y la expansión de nómadas digitales llegados desde muchos países del mundo sin control, está encareciendo enormemente la vida en muchas ciudades. España, con unos ingresos menores que sus vecinos del norte de Europa, tiene ese problema (ya hemos recogido testimonios de gente de Tenerife y hemos hablado de la situación de Barcelona).