Si has visto 'La virgen roja' (o 'Mi hija Hildegart', el anterior y superior versión de la historia) ya sabrás por qué la vida de Hildegart Rodríguez merece ser contada una y otra vez. Hace más de 90 años de su muerte, pero sigue siendo una vida tan absolutamente increíble que es imposible no quererlo saber todo, como parte de un true crime antes de que este género tuviera nombre.