La Segunda Guerra Mundial dejó una Alemania arrasada que necesitaba recomponerse a partir de 1945. Con el respaldo del bloque capitalista aliado, el crecimiento alemán fue rápido y durante años se movió en cifras espectaculares. Pese a todo, había una sociedad entera que tenía que recuperar su vida y salir de la pobreza provocada por la guerra.
Cuentan que a pesar de ese panorama, Ferdinand Porsche vio la oportunidad de lanzar un coche en el que nadie pensaba: un deportivo.