En unos días entramos de lleno en la Navidad, si es que no lo hemos hecho ya con cenas de empresa y amigos. Las mesas repletas de alimentos son todo un desafío para nuestro cuerpo, pero no es la cantidad de comida lo más peligroso, sino el tipo de producto. En una mesa llena de brócoli, ¿serías capaz de comer hasta no poder moverte? Cada alimento puede saciarnos más o menos y hacer que dejemos de comer antes.