Igual que sucede en muchos otros países del mundo, España incluida, la natalidad ha caído drásticamente. Uno de los países más afectados por este tema es Japón donde, uniendo la crisis de natalidad a la poca inmigración (ahora, el país, se está abriendo a recibir gente de fuera, tras décadas siendo muy reacio), la mano de obra joven se ve cada vez más escasa. Tanto que el país incluso quiere fomentar que los jubilados trabajen.