Decir esto me ha costado que me caigan unas cuantas pedradas, pero yo no me apeo del burro: "Érase una vez en Hollywood" es la mejor filme de Quentin Tarantino y la culminación de un estilo propio y un universo personal que lleva cultivando desde un ya lejano 1992 cuando el ahora prestigioso cineasta debutó con la fantástica "Reservoir Dogs".