Hace 23 años, el director Sam Mendes estrenó una de sus mejores películas recién salido del éxito de 'American Beauty'. Y decidió hacerlo de la mano de uno de los actores más respetados de todo Hollywood: Tom Hanks. El resultado fue 'Camino a la perdición' ('Road to Perdition'), que a posteriori se convirtió en la última película donde pudimos ver a Paul Newman, que arañó una nominación al Óscar por su estupendo papel.