Si pensamos en directores meticulosos, Quentin Tarantino no parece desde luego un cineasta que deje cosas al azar. Pero con casi tres horas de duración, mucho diálogo y mucha casquería, en 'Django Desencadenado' hubo también espacio para la experimentación de última hora.
Según contaba Samuel L. Jackson en una entrevista para GQ en la que repasaba sus papeles más memorables, el western de Tarantino incluyó un tiroteo que inicialmente no estaba en el guion.