Hay un detalle de Assassin's Creed Shadows que me ha tenido obsesionado durante las dos partidas y más de 150 horas que he jugado. No es el parkour, la mecánica de deslizamiento ni tampoco todos los elementos RPG, más bien tiene que ver con el sonido. Porque, como ya te conté durante el último artículo de Helldivers 2, tiendo a obsesionarme mucho con este apartado.
El sonido de Shadows no es la gran cosa.