Mientras las familias pasean por Disneyland, no sería extraño que pasen de largo una ornamentada puerta blanca oculta a plena vista. Es la puerta que lleva al Club 33, un espacio del parque donde hay otro tipo de magia, y donde se prefiere la presencia de adultos que de niños.
Aunque hace años que su existencia dejó de ser un secreto, Disney prefiere seguir manteniendo un bajo perfil alrededor de este lugar.