Un drama del siglo XXI en toda regla. Una familia cuya hija adolescente gastó miles de dólares en juegos para móviles. Y lo más sorprendente de todo no es que no fue algo que le llevase años, sino que fue un dudoso logro conseguido en apenas cuatro meses. Una gran lección de cómo funcionan los juegos y apps que encontramos hoy día en nuestros iPhone.