Está todo inventado, dicen. El modelo freemium es una buena prueba de ello: desde hace tiempo es habitual que podamos jugar a videojuegos o utilizar aplicaciones software gratis. Pero claro, no son las versiones completas, sino ediciones básicas y capadas. Así que puedes seguir aprovechándolas gratis si no necesitas más, pero si pasa lo contrario empieza el problema, porque toca pasar por caja.
Eso es justo lo que estamos viviendo con el mundo de la IA.