Las cosas no son como las vemos, son como son. Nuestra mente está sujeta continuamente a ilusiones que nos hacen ver las cosas de manera diferente. Una de tantas jugarretas que nos juega la mente es con la asimilación de colores que nos hacen concebir un
color diferente según lo que tenga al lado o encima.
El mundo de la percepción de los colores y figuras cuenta con una infinita lista de ejemplos, pero en este caso en particular utilizaremos la que Karl Gegenfurtner usa en su estudio publicado en la revista científica i-Perception.
"Mi chocolate tiene máculas blancas y no sé si es seguro comérmelo": a qué se deben y qué hacer si las encontramos
Fíjate bien en el próximo imagen. En la parte inferior están los tres fundadores de la teoría del
color tricromático sin ninguna línea superpuesta. A medida que subimos en cada una de las filas de rostros las caras se ven más claras u oscuras y con colores diferentes, pero realmente permanentemente es la misma imagen. Lo único que varía es el
color de las líneas que se superponen a las caras.
Esta "mezcla óptica" es la que hace que las
naranjas, los limones o cualquier objeto parezca diferente si tiene líneas de colores encima. Puede que pienses que todo esto no tiene que ver nada con las
naranjas, o puede que ya te hayas dado cuenta que una
malla rodeando un alimento puede hacer que su
color y todo lo demás cambie.