Una de las leyendas vivas más reconocidas del mundo del cine es, sin ninguna duda,
Michael Caine. La audiencia más joven lo conocemos gracias a sus papeles en cintas como
Interstellar y la trilogía de Batman de
Christopher Nolan, pero también ha formado parte de filmes de gran caché como
The Italian Job o
Get Carter.
Su trayectoria es absolutamente envidiable, pero ni siquiera una estrella como él se libra de borrones en su historial. Uno de los más conocidos sucedió con Tiburón: La Venganza, la cuarta entrega de la saga ideada por Steven Spielberg, y que el actor calificó como "una de las peores películas que hice". A pesar de que han pasado casi 40 años desde su estreno, Caine ni siquiera ha tenido ganas de verla.
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Las críticas demoledoras la tachan como la más infame de todas y lo cierto es que el intérprete sí que está satisfecho con haber participado en ella. ¿El motivo? Tan simple como una morterada de dinero que se adjudicó por aparecer en un puñado de escenas. "Era solo un papel de 10 minutos. Solo 10 días de trabajo. En Nassau. En las Bahamas. Y me iban a pagar un millón de dólares por 10 días, así que dije: 'Oye, lo haré'", reveló Caine en una entrevista.