La compañía norteamericana
Natron Energy culmina la fase de laboratorio y comienza la producción en masa de sus baterías de
sodio en los Estados Unidos, un hito fundamental en la transición energética.
El
sodio es un elemento extremadamente abundante en la corteza terrestre, entre quinientas y mil veces más abundante que el litio, y más destacado aún, puede ser extraído sin necesidad de prácticamente ningún tipo de minería agresiva. El resto de los elementos en las baterías de
sodio de
Natron Energy, pueden además ser obtenidos de manera relativamente sencilla y a través de una cadena de valor libre de disrupciones geopolíticas, otra cuestión de gran importancia de cara a la estabilidad de su producción y de su precio.
Las baterías de
sodio tienen dos cualidades muy interesantes: por un lado, se cargan y descargan a una velocidad diez veces más rápida que las clásicas de iones de litio, un nivel de capacidad de carga/descarga inmediata que convierte a las baterías en un competidor principal para los altibajos del almacenamiento de energía de respaldo. Por otro, tienen una vida útil estimada en más de cincuenta mil ciclos, también superior a la de las baterías convencionales que utilizan litio, y son también perfectamente reciclables sin generar ningún tipo de residuo tóxico, peligroso o difícil de eliminar cuando terminan esa vida útil.