Cuando navegamos por Internet, es posible que nos encontremos con cambios inesperados en nuestro navegador: una nueva página de inicio, un motor de búsqueda desconocido o noticias emergentes por todas partes. Esto suele ser una señal de que tenemos un secuestrador de
navegador activo por un malware diseñado para modificar su configuración sin nuestro consentimiento.
Los secuestradores de
navegador pueden ser una molestia, pero además una amenaza para la privacidad y seguridad de nuestra información. En este artículo, exploraremos en detalle qué son, cómo funcionan, qué riesgos conllevan y, lo más destacado, cómo eliminarlos y avisar futuras infecciones.
Un secuestrador de
navegador es un tipo de software malicioso que altera la configuración de un
navegador sin autorización. Su propósito más importante es redirigir a los clientes a sitios web específicos con fines de lucro, ya sea para generar ingresos publicitarios o para robar información personal.
Estos programas pueden modificar la página de inicio, el motor de búsqueda y la configuración de seguridad del
navegador, además de instalar extensiones o barras de herramientas no deseadas. Algunos incluso pueden registrar las pulsaciones del teclado, lo que los convierte en una seria amenaza para la privacidad.
Los secuestradores se instalan en los navegadores de diferentes maneras.