Lo de la
Trilogía del
DeLorean es de locos. Cada una de las tres partes de
Regreso al
Futuro (o Volver al
Futuro, si lo prefieres) no solo se resiste a envejecer, habiendo pasado 40 años desde que se estrenó la primera, sino que mientras más veces las ves más te acaban gustando. En parte porque esta saga de viajes en el tiempo lo tiene todo, pero es que con cada nuevo visionado es muy probable que descubras algo nuevo que le da un sentido todavía más especial a cada filme o el conjunto. A veces, con algo tan pequeño como un retrato.
Resulta curioso que los retratos "no digitales" sean algo que posiblemente debamos explicar a generaciones futuras con lo mucho que las hemos atesorado durante décadas. De hecho, el final de la
trilogía concluye con una escena de
Regreso al
Futuro III en la que Marty McFly, el joven protagonista interpretado por Michael J. Fox, recibe un retrato enmarcada que se sacó en el Salvaje Oeste junto a su amigo Dr. Emmett Brown (Christopher Lloyd) vestidos para la ocasión.
Bajo ella, una dedicatoria: "A Marty, amigo en el tiempo. 5 de septiembre de 1885". Un bonito detalle y un recuerdo atemporal de su travesía a través de diferentes épocas y líneas temporales. ¿Y si te dijese que esa misma imagen tiene un significado todavía más especial? Como referencia, y para ser justos, aquí puedes ver una pista del momento en el que se tomó.