Emily
Levine, vicepresidenta ejecutiva de la firma de reclutamiento
Career Group Companies, ha entrevistado a miles de candidatos a puestos de trabajo a lo largo de su carrera, una experiencia que, ahora, le permite identificar algunas 'red flags' comunes que deben evitarse.
En su opinión, cuando uno se enfrenta a entrevistas laborales, ya sean presenciales o virtuales, resulta esencial seguir una etiqueta adecuada... y evitar tres de los principales yerros que pueden arruinar dichas entrevistas.
Un CEO comparte la inquietud decisiva que permanentemente hace en una entrevista: los candidatos no consiguen el trabajo si responden mal
Todos sabemos que llegar tarde a una entrevista puede ser fatal: puede transmitir desorganización y falta de respeto por el tiempo del entrevistador. Sin embargo,
Levine advierte que llegar demasiado temprano tampoco es la opción ideal y que, de hecho, podría enviar una señal equivocada:
"El objetivo es transmitir puntualidad y preparación, no impaciencia". [...] Si llegas demasiado temprano, y eso podría hacer que el entrevistador se sienta presionado o incómodo".
La experta recomienda llegar exactamente 10 minutos antes de la hora establecida, ya que es el tiempo perfecto para hacer una entrada profesional sin apresuramientos ni exageraciones.
Para ello, recomienda "asegurarnos de estar preparados en el edificio entre 15 y 20 minutos" para poder encontrar el despacho en cuestión.