Bitwarden, uno de los gestores de contraseñas más populares en el mundo del
software libre, ha reforzado su
compromiso con la transparencia y la filosofía de código abierto tras enfrentar una polémica reciente. En una decisión clara, el proyecto anunció que adoptará la licencia
GPL3, una de las licencias más estrictas en la protección de libertades de
software, para todos los componentes de su cliente de escritorio.
El incidente comenzó cuando, Bitwarden introdujo en su cliente de escritorio una dependencia privativa, imprescindible para compilarlo. Esta adición generó preocupación en la comunidad, ya que dicha dependencia limitaba la libertad de uso del
software. La licencia de esta dependencia impedía su utilización para desarrollar aplicaciones compatibles con otras plataformas, algo que va en contra de los origenes fundamentales del
software libre.
La solución llegó finalmente en la forma de la licencia
GPL3. La tercera versión de la Licencia Pública General es conocida por proteger de manera rigurosa las libertades del
software, y Bitwarden ha confirmado que aplicará esta licencia a todos los componentes afectados del cliente de escritorio. Según la declaración oficial, esta transición será efectiva en los próximos días, lo que debería disipar cualquier duda sobre el carácter
libre del
software.