Día 20 de junio de 2020, fecha en la que se llevó a cabo la primera
WWDC virtual de Apple. Una
Keynote histórica en la que se desveló el proyecto
Apple Silicon. La tercera transición de procesadores para Mac había llegado.
Cuatro años a continuación, tenemos a los Chips M3 en un buen número de Mac, e incluso puede que pronto conozcamos el Chip M4. Cuatro generaciones son un tiempo suficiente para echar la vista hacia atrás y empezar a ser conscientes de lo que ha sucedido en estos cuatro años. Unos años que se han sentido como una década entera si hablamos en términos evolutivos.
Seguro que has escuchado esta frase: "Las primeras generaciones de Apple nunca salen bien". Y en cierto modo es verdad. El primer iPhone, el primer Apple Watch e incluso el primer Apple Vision Pro. Todos son productos muy especiales por ser revolucionarios, sin embargo, tuvieron y tienen mucho margen de mejora.
Con el Chip M1 no ha sucedido esto, es un Chip que todavía está a la venta en el iPad Air y en el MacBook Air. Y si lo usas a día de hoy, aunque vengas de un Chip M3, apenas notarás diferencia. Más adelante hablaremos de una situación personal que es la que me motivó a escribir este artículo.
Ahora nos remontamos al año 2010, cuando Apple presentó el primer iPad. Dentro de él se escondía el Chip A4, el primer procesador diseñado por Apple. Meses más tarde llegaría al iPhone 4.