La práctica de pilates no deja de reinventarse, y debido a sus grandes beneficios para la salud, su auge aun sigue intacto. Sin embargo, si quieres proteger tu salud mental ante todo, sin descuidar tu físico, el pilates somático puede ser la alternativa más apropiada.
El pilates somático combina la tarea que todos ya conocemos, creada para
Joseph Pilates, con el movimiento somático que deriva del término "soma", que en  griego significa cuerpo o "el cuerpo vivo en su totalidad".
El término somático no es nuevo, sino que fue acuñado a finales de los 70 por el profesor Thomas Hanna, para definir el campo de la educación del movimiento que enseña la autoconciencia y la mejora del movimiento.
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Así, el ejercicio somático es un tipo de actividad de bajo impacto que se centra ante todo en nuestra salud mental y en la atención plena, combinando movimientos con el respeto por las sensaciones internas y las experiencias así como las emociones de cada cuerpo.
El pilates somático, a diferencia del pilates tradicional, adopta un enfoque más exploratorio; y mientras que en el pilates normal se nos dice exactamente dónde colocar los brazos, las manos o las piernas en cada ejercicio, en el pilates somático se nos anima a encontrar el movimiento o la posición que mejor se adapte a nuestro cuerpo.