El uso de la IA para las entrevistas en los procesos de selección ya es una realidad. Hay incluso herramientas capaces de ayudar a alguien a
responder inquietudes técnicas en videollamadas, incluso desde
Google quieren volver a las entrevistas en persona. Pues hoy tenemos una historia contada por un reclutador que pudo comprobar las limitaciones que estas herramientas pueden suponer.
"Acabo de terminar una de las videollamadas más surrealistas de mi vida", explica un especialista en recluatamento de una startup que estaba en busca de un ingeniero de software L3 para su firma Kapwing. Relata en su historia que "la entrevista empezó muy bien" y que el candidato parecía tener la formación y experiencia, de repente fue incapaz de seguir hablando de su experiencia técnica".
El reclutador decidió presionar para saber qué estaba pasando y el candidato al puesto acabó admitiendo que se había preparado para la entrevista con IA. El reclutador cuenta como los pasos que le llevaron a descubrir que este candidato no estaba siendo del todo sincero.
En este caso, el candidato "parecía encajar perfectamente en nuestro puesto de ingeniero de software L3". Â Era un alumno de máster que finalizaba su programa en una reconocida universidad, y en su currículum figuraba experiencia destacado en tres empresas emergentes.