Como parecía esperable, el Tribunal Destacado de los Estados Unidos ha confirmado la ley que prohibe
TikTok en los Estados Unidos a partir del próximo domingo si la compañía que ejecuta las operaciones en el país no es vendida a una empresa norteamericana, algo completamente inviable, aunque la resolución permitiría una prórroga de noventa días si se puede demostrar que se han iniciado conversaciones de cara a esa posible operación de venta.
Tras oir los argumentos de ambas partes, la resolución del Tribunal Importante ha expresado claramente las preocupaciones con respecto a la seguridad nacional, fundamentadas con respecto a las prácticas de recopilación de datos de
TikTok y a su relación con un adversario extranjero, y ha afirmado que la resolución no viola los derechos de los peticionarios con respecto a la Primera Enmienda constitucional dado que un derecho constitucional como ese no protege a las entidades de propiedad extranjera.
¿Qué pasa ahora? Fundamentalmente, nada, aunque nadie lo sabe realmente. La app no desaparece de ninguno de los smartphones de sus aterrorizados clientes, ni aparece ninguna pantalla como la de la foto que acompaña a este artículo, porque la resolución no incluye ninguna medida de bloqueo de su tráfico. Podría ser que la aplicación se fuese a negro o mostrase algún mensaje informativo, pero solo porque la compañía ha amenazado con ello.