Un experto en la comedia como
Billy Wilder defendía que cada película que buscase triunfar debía permitir al espectador sentirse inteligente mientras está viéndola. Dejar que se adelante a lo que sucede, pero tampoco demasiado. Lo suficiente para sentir que está por encima de lo que está viendo. Claro, puede pasarse uno de frenada y que el espectador sienta que está viendo una estupidez.
Pero la estupidez deliberada puede ser uno de los artes más especiales y entretenidos que hay. El propio Wilder defendía que strong>Hay que ser muy inteligente para hacer de tonto de igual modo que había que estar muy sobrio para hacer de borracho. Sin duda apreciaría mucho una comedia como "Dos tontos muy tontos".
O quizá no, pero desde luego el público la abrazó con fuerza. La comedia de colegas protagonizada por Jim Carrey y Jeff Daniels, suponiendo un punto de inflexión para el género a nivel comercial. El film se puede ver hoy en streaming a través de
Netflix.
Cuando Jim Carrey ganó 7 millones de dólares por una película y sólo pagaron 50,000 al coprotagonista Jeff Daniels. "Por favor, ¡cualquiera menos él!"
Un chófer de limusina y un transportita de perros forma una amistad prácticamente inquebrantable. Tampoco se pueden plantear otra cosa que estar pegados el uno al otro, dada su profunda estupidez. Aunque el encaprichamiento por una chica que se olvida un maletín llevara a la pareja de amigos a un viaje por todo el país.