En 2003, Apple ya había cambiado el juego con su
iPod. Miles de personas llevaban en sus bolsillos miles de canciones, con un dispositivo que, para muchos, fue amor a primera vista. Mientras tanto, en
Microsoft, se estaba empezando a gestar una tormenta. Algunos correos internos entre ejecutivos (incluido Bill Gates) revelaron cómo el
iPod y su ecosistema dejaron atrapado a
Microsoft y desataron una crisis que hizo tambalear su estrategia.
Y es que aunque
Microsoft seguía dominando el mundo de los ordenadores, el
iPod fue el preludio de lo que luego sucedería con el iPhone. La historia detrás del no saber adaptarse primero a la revolución del
iPod, y más tarde, a la del iPhone, es una lección que sigue resonando en la industria tecnológica.
Todo comienza el 2 de noviembre de 2003, cuando
Bill Gates envió un correo a sus más importantes colaboradores en
Microsoft. El asunto era bien claro: Apple estaba ganando terreno de una manera que
Microsoft no sabía cómo neutralizar. Ahí fue cuando
Bill Gates escribió:
¿Por qué vamos a llegar tan tarde con un servicio musical? Da la sensación de que vamos a quedarnos atrás para siempre. [ Herb Allen ha regalado docenas de iPods cargados con miles de canciones a sus amigos. Warren Buffett adora el dispositivo. [ No veo suficiente pensamiento estratégico sobre cómo conectar los puntos. Y eso es algo en lo que Apple normalmente es muy buena.