Cuando hace casi diez años se anunció que Forza, Halo, Gears of War y el resto de grandes sagas de Xbox llegarían a PC hubo una fuerte división de opiniones: unos consideraron que Xbox One había sido un fracaso tan grande que Microsoft abandonaría las consolas mientras que otros celebraron la llegada de las máximas exclusividades de la compañía a nuevos sistemas. El tiempo pasó y quedó claro que aquello no fue un tiro en el pie, sino parte de un proyecto mayor.