A veces parece que las series adolescentes comienzan a desbarrar conforme más se alejan de su primera temporada, y otras veces suceden milagros como 'Heartstopper', que ha conseguido con su temporada 3 meterse en temas realmente espinosos de salud mental con una delicadeza increíble y sin renunciar a seguir siendo una serie acogedora.
Ya os conté el año de su estreno por qué me parecía tan necesario que 'Heartstopper' fuera un lugar feliz.