Hay que estar agradecidos con Tom Cruise y sus últimos años intentando elevar las posibilidades y la emoción del cine espectáculo moderno, pero es inevitable extrañar los tiempos donde buscaba filmes más desafiantes en otros términos. Buscar trabajar con los mejores cineastas, meterse en terrenos más complejos en lo dramático, acabando en obras maestras como "Magnolia".