He llegado a un punto en mi existencia que voy en piloto automático con Grand Theft Auto V. No puedo evitarlo. Hay muy pocas cosas que no haya hecho en su modo Online. ¡Es como Fortnite! Si puedes imaginarlo, lo tiene. Quizás me cuelo de exagerado, pero entiendes por dónde van los tiros.
No quiero engañar a nadie: estoy empachado de
GTA Online. No puedo concebir que queden veteranos de Día 1 jugando después de haber superado los 10 años, simplemente no lo veo entrando a diario para farmear unos cuantos Cayo Perico. Si no eres estrepitosamente rico ya, como es mi caso, no lo vas a ser. Espera a GTA 6 por tu bien. Pero entrar de vez en cuanto está bien, al menos para probar las nuevas actualizaciones.
¿Quieres saber lo primero que he visto al entrar en una sesión pública aleatoria de GTA Online? He aparecido en la autovía, junto a la penitenciaría de Los Santos. Me monto en mi flamante Deluxo y escucho explosiones. Alzo un poco el vuelo. La escena debería sorprenderme, pero ya es como un lunes cualquiera.
Resulta que un jugador estaba aprovechando un glitch para atravesar la pared de una de las columnas del puente. Desde ahí estaba disparando a todo ser que pasase por la carretera, provocando un caos monumental. Al principio creía que era un hacker invisible. "Bienvenido de nuevo a
GTA Online, camarada", me digo mentalmente.