Supimos, hace unos días, que
El Corte Inglés había sido víctima de un ciberataque y que, como resultado de ello, los datos de sus clientes se habían filtrado. Aunque la compañía ha pretendido tranquilizar a estos asegurando que la información filtrada no permite realizar pagos ni operar con las tarjetas, la
Organización de
Consumidores y clientes (OCU) sí ha alertado sobre otros posibles fraudes derivados de esta brecha de seguridad.
Casualmente, este incidente coincide en el tiempo con una reciente campaña de smishing (SMS con enlaces maliciosos) en la que los ciberdelincuentes han intentado suplantar la identidad de la entidad financiera de
El Corte Inglés con el objetivo de robar credenciales de acceso.
El pasado domingo, 2 de marzo,
El Corte Inglés informó que uno de sus proveedores externos había sufrido un acceso no autorizado a datos personales de clientes: la información filtrada incluía datos identificativos, de contacto (como el número del móvil) y números de tarjetas utilizadas exclusivamente en
El Corte Inglés. Según la compañía, esta información no permite realizar pagos ni transacciones fraudulentas.
El incidente fue detectado y subsanado de inmediato, y la empresa ha exigido al proveedor la aplicación de medidas de seguridad adicionales.