En mayo de 2015, catorce ejecutivos de la
FIFA fueron arrestados en
Suiza con diferentes cargos que iban desde lavado de dinero hasta, directamente, fraude. En total, se supone que robaron más de 150 millones de dólares en sobornos, que pudieron llevar, entre otros, a la elección de
Rusia y de
Qatar como los países anfitriones de la
Copa del Mundo en 2018 y 2022, respectivamente. La credibilidad de la federación estaba en su momento más bajo. ¿Y cuál fue su golpe maestro para cambiar el sentimiento de la gente? Pues claro: hacer un film.
Bueno, cuando la
FIFA decidió que quería hacer un filme propagandística para venderse bien antes del Mundial de Brasil, en 2014. De hecho, pretendían que se estrenase ese mismo verano, coincidiendo con el inicio del mismo, y para ello contrataron a dos guionistas necesitados de empleo: Frédéric Auburtin y Jean-Paul Delfino. Ambos eran relativamente novatos (más Delfino que Auburtin), pero ni el guionista más profesional habría sacado una obra maestra en los cuatro meses que tuvieron para empezarlo y terminarlo.
La historia era un biopic sobre la propia
FIFA, que en la federación querían llamar originalmente 'Hombres de leyenda' o 'Creadores de sueños'. Modestos ellos. Finalmente, acabaron decantándose por 'United Passions', y si el nombre no te suena de nada, es por algo. La cinta pone en el foco de la historia a Jules Rimet, que fue presidente de la
FIFA desde 1921 hasta 1954 y montó la
Copa del Mundo.