El presidente de los Estados Unidos,
Donald Trump, ha decidido que todo el resto del mundo es estúpido, y se ha sacado un truco de la manga creyendo que con ello puede engañarnos a todos: ha firmado una orden ejecutiva en la que ordena la creación de un fondo soberano en los próximos doce meses, y ha dicho además que podría ser utilizado para adquirir
TikTok.
Es el despropósito económico más absoluto: de acuerdo con el International Forum of Sovereign Wealth Funds (IFSWF), existen más de noventa fondos de este tipo en todo el mundo que gestionan más de ocho billones de dólares en activos, entre los que destacan por su capitalización los de Noruega, China, Emiratos Árabes, Kuwait o Arabia Saudí. Sin embargo, todos ellos cumplen un origen fundamental: estos fondos, que pueden ser utilizados para financiar proyectos nacionales a gran escala con capacidad para estimular el crecimiento económico y la creación de empleo, dependen inevitablemente del superávit presupuestario de un país para realizar esas inversiones. El caso de los Estados Unidos incumple flagrantemente este principio, dado que los Estados Unidos operan desde hace muchos años con un gigantesco déficit presupuestario, lo que plantea un problema para la financiación de un fondo soberano de este tipo.
¿Qué dice el ignorante de Donald Trump? Que ese fondo soberano se va a alimentar «de aranceles y otras cosas inteligentes».