El sobrecoste del almacenamiento en los dispositivos de Apple es una de las quejas más comunes y una crítica que lleva años sonando. Mientras que la diferencia de precio entre un SSD de 256 GB y uno de 1 TB en el mercado ronda los 100 euros, Apple cobra hasta 500 euros por esa misma ampliación en un
iPhone. Esta estrategia de precios no es nueva: en los Mac y
iPad, convirtiendo la decisión de elegir más almacenamiento en un verdadero dilema para los clientes.
Ya lo decíamos: algunos usuarios están tan enfadados con esto que han decidido hacer sus propias expansiones de memoria. Pero claro, esto viola la garantía: Apple no permite amplificar el almacenamiento a continuación de la compra, lo que obliga a los usuarios a pagar por adelantado por el modelo más caro o depender de soluciones externas. Lo que yo no tuve en cuenta es que existe una solución elegante y práctica. Ya hemos hablado en más de una ocasión de los SSD magnéticos, pero nunca me lo tomé en serio hasta que empecé a usar uno.
Si grabas vídeos en alta calidad, trabajas con documentos pesados o simplemente quieres más almacenamiento del
iPhone sin recurrir a la nube, hay soluciones que aprovechan el MagSafe del
iPhone de una manera curiosa. Empresas como Anker presentaron accesorios como el MagGo USB-C Adapter, un lector de tarjetas SD Â que se adhiere magnéticamente al
iPhone, facilitando la grabación de video en ProRes 4K a 60 fps. Pero esto es mucho mejor.